El cambio climático se hace cada vez más notorio, la falta de previsibilidad en los regímenes y estacionalidad de las lluvias, sumado al aumento gradual de la temperatura llevan al ser humano a buscar maneras de disminuir los efectos de la falta de agua que pueden llevar a vendimias pésimas.
El abastecimiento hídrico es quizá la batalla más urgente por pelear, a raíz de esto en los últimos años fueron emergiendo nuevas zonas donde se busca una nueva alternativa de producción. El viejo mundo es quizá el que más sufre estas consecuencias, y regiones antes impensadas como Suecia, Inglaterra o Etiopía comienzan poco a poco a incrementar su hectáreas de viñedos.
Es un problema que año a año se agrava más, países como Italia, España, Francia, Chile y algunas zonas tradicionales de Argentina están lidiando con ello.
El aumento gradual de la temperatura, además de poner en riesgo determinadas regiones, afecta a la calidad de la uva; adelanta la floración y la vendimia de la vid y esto se traduce en una menor calidad del vino ya que altera sus características.
En la práctica, para reducir el impacto, se puede recurrir a algunas estrategias como por ejemplo cambios en el manejo del viñedo, poniendo en práctica el uso de cubiertas vegetales o cambiando la forma de conducción de la vid. Otra alternativa quizá más compleja es cambiar a variedades de uva que sean más tolerantes al estrés hídrico.
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Cambio climático y nuevas regiones; Cercano Sur
En Coronel Suárez, a 6 km de Espartillar y 40 km de Pigüé (centro – sur de Buenos Aires, Argentina), se encuentra Cercano Sur, un viñedo con certificación orgánica.
Su enólogo, Juan Pablo Garde, nos habla del surgimiento de zonas que no son tradicionales, pero que poco a poco van cobrando protagonismo en el mapa de la Argentina.
Cómo ves el surgimiento de nuevas zonas vitivinícolas?
“El cambio climático empuja a vinificar en nuevas regiones. Por ejemplo en Agrelo, Mendoza, que antes era fría ahora ya no es tan fría, y nos tenemos que ir a la altura, a Gualtallary para buscar amplitud térmica. Acá en el sur de Buenos Aires cambiamos altitud por latitud. Esa amplitud térmica la estamos teniendo al nivel del mar”.
Cuales son las características del suelo en Cercano Sur?
“Tenemos un suelo muy rico, con la enorme ventaja de que quizá no tengamos que depender de un sistema de riego debido a las características del suelo y a la pluviometría de la zona. Son suelos en algunos sectores franco arcilloso con la presencia de la tosca caliza que le aporta mineralidad y frescura a los vinos. A pocos km ya está arenoso como en médanos, eso hace que la región sea variada y nos permita tener vinos de diferentes estructuras”.
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A qué variedades apuestan en esta zona de Buenos Aires?
“Tenemos hileras de Malbec, Cabernet Franc, Tannat, entre otras que estamos estudiando. El Nebbiolo es una variedad que puede adaptarse de una manera increíble a esta zona”.
Qué futuro le espera a la vitivinicultura Argentina con respecto al cambio climático?
“Es inminente la apertura de nuevas zonas, las zonas que antes eran frías hoy se están tornando templadas, las que antes eran húmedas están en un clima de transición. Esto nos permite abrir el horizonte a nuevas regiones”.