Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como un pensamiento triste que se baila. Partiendo de esta premisa, intentaremos explicar su creciente popularidad entrevistando a dos exponentes argentinos.
Jesús Hidalgo, es un cantor y compositor que llevó a este género a más de treinta países; Sebastián Marco, es un bailarín y profesor que difundió esta danza en varias partes del mundo.
Fuera de países como Argentina o Uruguay, donde piensan que esta música llegó para quedarse?
J- “Hay varios países donde está instalado, en Holanda por ejemplo tiene como un estilo propio. En Japón tiene mucha fuerza, está muy arraigado, ya desde la década del 50 había orquestas. Hay mucha música nuestra allá. Tengo experiencia de viajar a muchos países y uno ve que lo que pega más es el baile, pero en Japón es diferente, hay conciertos exclusivamente de música en ese país”.
S- “Yo creo que en muchos lados se instaló, pero la danza es lo que lo mantiene vivo. El abrazo que se da en el baile es un lenguaje universal, es patrimonio inmaterial de la humanidad”.
A qué lugar les gustaría volver a presentarse y porqué?
J- “Volviendo a Japón, al ser una ciudad tan organizada uno la pasa bien, por ejemplo un técnico de sonido es realmente un técnico de sonido. Igualmente yo viajé a unos 30 países, me gustaría regresar a muchos”.
S- “Me encantaría volver a Italia, este género está muy relacionado, tenemos un lazo muy grande con ese país. Por otra parte Letonia me sorprendió mucho, encuentras milongas en cualquier ciudad. Países de los Balcanes como Croacia y Serbia me llamaron la atención también, se bailaba mucho. En el norte de Suiza también”.
El tango a futuro
Como ven a futuro a este género en Argentina y en el mundo?
J- “En Argentina, desde comienzos del año 2.000, la orquesta hoy bautizada Emilio Balcarce, da la posibilidad de aprender sus diferentes estilos. Hay mucha gente joven aprendiendo, claro que si el gobierno le da la difusión que se merece sería mucho más grande”.
S- “La danza lo va a seguir manteniendo vivo y hay muchos músicos excelentes. Me gustaría que haya mas poesías y composiciones nuevas, en general el repertorio suele ser de la década del treinta, cuarenta, porque hay milongueros muy tradicionales y cuesta que entre lo nuevo. Yo lo veo muy vivo, nos hace muy bien porque a nivel social es un lugar de encuentro. Hay gente que abraza solamente en esta danza. El abrazo que a veces tiene una carga o un prejuicio, con la milonga se da naturalmente, es lo que lo mantiene en auge”.
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